Mi esposo y yo pasamos un agradable fin de semana en esta granja, que es en realidad un relais y un ambiente muy evolucionado, con habitaciones cómodas y limpias, una vista encantadora, una bonita piscina y un excelente restaurante. Beatrice es una anfitriona perfecta, nos recibió y se adaptó a todo. Llegamos en moto y descubrimos una parte de la Toscana desconocida, con vistas intensas, escobas, campos cultivados, lugares de arte e historia.
La bienvenida fue cálida e impecable, y el personal fue muy amable y profesional. ¡Regresaremos pronto con gran alegría!